¿Quién dijo que las albóndigas son aburridas?
Es un plato muy tradicional a la vez que versátil ya que permite innovar y probar diferentes opciones, a gusto del consumidor.
Empezando con el ingrediente principal, se puede optar por las más clásicas con carne de ternera, cerdo o pollo, apostar por las de pescado o lanzarse con una vegetarianas a base de legumbres, arroz o tofu.
En función de esa materia prima, se puede jugar con la salsa que mejor vaya con ella, a la jardinera, con salsa española, de tomate, con almendras…, aquí sí que existen mil opciones.
Una opción muy socorrida que gusta a grandes y pequeños, económica, que se puede dejar preparado con antelación y que también se puede congelar para sacarnos de más de un apuro cuando vamos justos de tiempo.
Hoy te traemos una receta de albóndigas diferente, con un marcado sabor mediterráneo y un ligero toque picante que siempre podrás acentuar si eres amante del pique.
Solo queda tener a mano un buen trozo de pan, y a disfrutar.
Ingredientes
Para la elaboración de las albóndigas
Media taza de aceitunas rellenas de pimiento jalapeño, picar el cilantro fresco, la cebolla y el ajo y añadir a un tazón grande junto con la carne molida, el pan rallado, el huevo batido, el comino molido, la sal y la pimienta negra molida. Mezclar bien todos los ingredientes con las manos hasta obtener una mezcla homogénea.
Formar las albóndigas del tamaño que desees e introducir la/s aceitunas dentro de las albóndigas y colocarlas en un plato. Refrigerarlas durante al menos 30 minutos para que se asienten.
En una sartén grande, calentar un poco de aceite de oliva a fuego medio-alto. Agregar las albóndigas y cocinar hasta que estén doradas por todos lados. (Sí se desea no freír las albóndigas se pueden cocer directamente en la salsa de tomate así conseguiremos quitarles algunas calorías.)
Agregar las albóndigas a la salsa de tomate y dejar cocinar conjuntamente durante 10-15 minutos.
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