Los huevos rellenos son un plato clásico que nunca pasa de moda. Se pueden preparar de muchas formas, pero hoy te proponemos una receta muy fácil, sana y para cualquier ocasión:
huevos rellenos de caballa con aceitunas fragata baja en sal y mahonesa.
Esta receta es ideal para aprovechar las latas de caballa que tengas en la despensa, ya que le aportan un sabor delicioso y muchos beneficios para la salud. La caballa es un pescado azul rico en omega-3, que ayuda a reducir el colesterol y a prevenir enfermedades cardiovasculares. Además, contiene proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales.
Las aceitunas fragata baja en sal son el complemento perfecto para esta receta, ya que le dan un toque de color y de sabor mediterráneo, sin aportar demasiado sodio. Las aceitunas son un alimento muy nutritivo, que contiene grasas saludables, antioxidantes, fibra y vitaminas.
La mahonesa es el ingrediente que une todo el relleno y le da cremosidad.
Para hacer esta receta, solo necesitas unos pocos ingredientes y unos minutos de tu tiempo. Lo primero que tienes que hacer es cocer los huevos. Para que te queden perfectos, sigue estos consejos:
Pon los huevos en un cazo con agua fría y una pizca de sal.
Lleva el agua a ebullición y cuenta 10 minutos desde que empiece a hervir.
Retira los huevos del fuego y pásalos por agua fría para cortar la cocción.
Pela los huevos bajo el chorro de agua fría, haciendo pequeñas grietas en la cáscara rompiendo la membrana para que el agua entre por debajo y se pueda despegar tirando de ella más fácilmente.
Una vez que tengas los huevos cocidos y pelados, córtalos por la mitad y saca las yemas con una cuchara.
Reserva las claras y pon las yemas en un bol, mezcla con la mahonesa.
En las mitades de la clara añade un trozo de caballa escurrida
Rellena con la mezcla de yema y mahonesa una aceituna y decora con cilantro, perejil o cebollino, en nuestro ejemplo hemos puesto cilantro que además aporta un toque aromático.
Ya tienes listos tus huevos rellenos de caballa con aceitunas fragata baja en sal y mahonesa. Puedes servirlos fríos o templados, como entrante, como aperitivo o como plato principal. Son perfectos para cualquier ocasión, ya que son fáciles de hacer, de transportar y de comer. Además, son muy saludables y sabrosos. ¡Anímate a probarlos y sorprende a tus invitados con esta receta tan original y deliciosa!