¡Hola amantes de la buena comida! Hoy queremos deleitarnos con la historia y curiosidades de una delicia italiana que ha conquistado paladares de todo el mundo: ¡la Ensalada Caprese!
Origen e Historia:
La Ensalada Caprese es una joya culinaria originaria de la hermosa isla de Capri, situada en la costa de Italia. Se dice que fue creada como un tributo a los colores de la bandera italiana, con su combinación de rojo, blanco y verde. Su creación se remonta a la década de 1950, cuando un chef local preparó esta sencilla y sabrosa ensalada para honrar a los comensales que visitaban la isla. Desde entonces, su popularidad ha crecido sin cesar y se ha convertido en un plato clásico de la cocina mediterránea.
Hoy en día podemos consumir casi todas las frutas y verduras en cualquier época del año, aunque, eso no implica que sea la mejor opción.
Si queremos beneficiarnos de todas sus propiedades y, además, apostar por la sostenibilidad, lo ideal es consumir fruta y verdura de temporada, esto nos permite tomarla en su momento óptimo de maduración, disfrutando así de todo su sabor.
Si hablamos de verano, una de las frutas de temporada estrella es el tomate.
Aunque su producción en invernadero cada vez en mayor, los tomates madurados al sol del verano alcanzan un sabor y una textura difíciles de igualar.
Su color rojo se debe al licopeno, un potente antioxidante y, además, su consumo ayuda a proteger la vista, mejorar la circulación sanguínea, regular el tránsito intestinal y, fortalecer el sistema inmune, entre otros.
Hoy viajamos hasta Capri, en el corazón del mediterráneo, para traerte una receta fresca, sencilla y muy rápida, en la que el tomate juega un papel protagonista.
Una ensalada Caprese cuyo éxito se debe a la calidad de los ingredientes y a la que hemos aportado nuestro particular toque con aceitunas griegas Halkidiki rellenas de queso feta.
¿Te animas a probar esta versión?
INGREDIENTES:
Lavar bien los tomates y la albahaca y secar con papel de cocina.
Secar la bola de mozzarella y dejarla atemperar.
Cortar el tomate y la mozzarella en rodajas finas.
Colocar una rodaja de tomate sobre el plato, encima una de mozzarella y encima de esta una hoja de albahaca, ir montando el resto de ingredientes hasta completar el círculo.
Añadir una pizca de sal, pimienta, y un buen chorro de aceite.
Decorar con las aceitunas.
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