La ensalada del labriego, también conocida como ensalada campera o ensalada rústica, es una preparación culinaria tradicional que tiene sus raíces en la cocina campesina y rural. Su origen se remonta a las regiones agrícolas de España, principalmente en las zonas rurales del norte del país, como Asturias y Galicia, aunque también se puede encontrar en otras partes de Europa con variantes locales.
La ensalada labriega se caracteriza por ser una ensalada sencilla y nutritiva, compuesta principalmente por ingredientes frescos y de temporada. La receta básica incluye verduras de huerta, como lechuga, tomate, pepino, pimiento verde, cebolla y a veces zanahorias. Estos ingredientes se suelen cortar en trozos grandes y se mezclan en un bol o plato hondo.
En ocasiones, se añaden otros elementos como huevo cocido, atún en conserva, aceitunas, anchoas o bacalao desmigado, lo que le da un toque más sabroso y proteico. Algunas variantes también pueden incluir patatas cocidas o algún tipo de embutido, como chorizo o jamón.
La ensalada labriega se aliña con aceite de oliva, vinagre y sal, y se mezcla cuidadosamente para asegurar que todos los ingredientes se impregnen con el aliño de manera uniforme. La cantidad de cada ingrediente y la forma de preparación pueden variar según la región y los gustos personales.
Esta ensalada es considerada un plato tradicional y popular en las zonas rurales de España, especialmente durante los meses de verano, cuando las verduras están en su mejor momento. Se consume como plato único o como acompañamiento de otros platos, como carnes a la parrilla o platos de cuchara.
La ensalada labriega es apreciada por su sencillez, frescura y su combinación de sabores y texturas. Además, es una opción saludable y equilibrada, ya que proporciona una buena dosis de vitaminas, minerales y fibra. A lo largo del tiempo, esta ensalada ha perdurado en la gastronomía española como una muestra de la cocina tradicional y la conexión con la tierra y sus productos.
INGREDIENTES:
Reogamos las judías verdes (no se deben comer crudas).
Los calabacines se pueden comer crudos, pero si se prefiere se pueden reogar junto a las judías, 15- 20 min.
Añadimos todos los ingredientes y los aderezamos con el limón el aceite y salpimentamos.
¡Metemos en el frigo hasta que esté fresquita y a comer!
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