Aceitunas griegas, una milenaria tradición - Fragata
Aceitunas griegas Fragata

Si echamos la vista atrás, podemos comprobar que es en la Antigua Grecia donde el olivo cobra la importancia que se le atribuye actualmente.

Fue en el siglo XVI a.C. cuando los fenicios introdujeron el olivo en las Islas Griegas, aunque no fue hasta los siglos XIV y XII a.C. cuando se fue extendiendo hacia la Grecia continental, alcanzando su cultivo su máximo esplendor en el siglo IV a.C.

El origen del olivo se asocia a los dioses, de manera que era considerado un árbol mágico que representaba sabiduría, abundancia, salud, inmortalidad, fuerza, belleza y fertilidad. Para los griegos, sus ramas, transmitían mensajes de paz y de tolerancia entre pueblos.

De ahí que utilizaran su madera para tallar imágenes de sus dioses, crear cetros para sus reyes o instrumentos para los sacerdotes, o que su aceite se utilizara para untar a los vencedores de los Juegos Olímpicos a la par que se los colocaba con una corona hecha de ramas de olivo.

El aceite también se utilizaba para elaborar ungüentos y aceites esenciales que servían como perfume, y, por supuesto, tenía una gran presencia en la gastronomía del país.

Aunque en un principio, el uso de las aceitunas fue para elaborar aceite, siglos más tarde se empezó a consumir la aceituna entera.

A día de hoy, Grecia es uno de los países mediterráneos con mayor tradición en el procesado de aceitunas de mesa, contando con unas 600 variedades, aunque no todas son adecuadas para su consumo al no reunir las condiciones óptimas.

Algunas de estas variedades son de uso muy local, por lo que es difícil encontrarlas fuera del país, como la aceituna verde de Creta, la aceituna verde Nafplion o la aceituna negra Throubes.

Otras son más conocidas y, de hecho, se consumen con frecuencia fuera del país, en este post nos vamos a centrar en 3 de las más reconocidas.

Halkidiki o Chalkidiki

La aceituna verde griega por excelencia.

Su nombre se debe a que crece en esa región de Grecia, junto al Monte Athos, también se las conoce como “aceitunas burro”.                     

Son aceitunas grandes, ovaladas, de color verde claro o verde amarillento, con aroma frutado y bajo amargor.

Tiene una textura crujiente y se desprende muy bien del hueso, por lo que es muy utilizada para rellenar, sobre todo, con productos típicos griegos y/o mediterráneos como el queso feta, la almendra, el pimiento o el tomate seco.

Kalamata

Si la aceituna Halkidiki es la aceituna verde griega por excelencia, la reina de las aceitunas negras o moradas griegas es la Kalamata.

Su color se debe a que su recolección es más tardía que el resto, y, además, este puede variar según se conserven en sal, aceite o vinagre de vino.

Tienen forma almendrada, la piel tersa y un ligero toque dulce, por lo que son ideales para tomarlas como aperitivo, pero también para acompañar otros platos como ensaladas, pizzas, humus o mezclar con carnes y pescados.

Amfissa

Es otra variedad griega, crecen en zonas centrales del país.Tiene el estatus de denominación de origen protegida (DOP).Amfissa y Agrinion son variedades que provienen del mismo árbol (Konservolea) pero su diferente sabor se debe al entorno y altura a la que crecen.

Dependiendo del entorno, el clima en el que crecen y la madurez de la fruta, Amfissa puede alcanzar sabores desde amargo a dulce y de herboso a afrutado.

Amfissa es una de las aceitunas griegas más comunes, y los cultivadores las producen en forma negra y verde.

Ya te hemos hablado en más ocasiones de los beneficios de consumir aceitunas, si quieres probar nuevos sabores, desde Fragata contamos con estos manjares griegos a lo que hemos dado nuestro toque particular.

¿Te apetece descubrirlos?

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