La aceituna es uno de los productos estrella de la gastronomía española y un ingrediente indispensable en la dieta mediterránea. Sin embargo, a pesar de los múltiples usos que tiene hoy en día, aún cuesta saber con certeza cuándo empezaron a consumirse.
El origen de la aceituna de mesa que comemos hoy hay que buscarlo en el olivo, árbol milenario cuyo cultivo estaba ampliamente extendido en la cuenca mediterránea, abarcando Europa, África y Asia Menor. Gracias a su capacidad de adaptación al terreno y al clima, los fenicios y griegos lo extendieron por todo el litoral aunque fueron los romanos quienes popularizaron su cultivo.
La utilización de este árbol fue desarrollándose con el paso del tiempo; primero, utilizando la madera procedente del árbol para quemarla, y después, utilizando sus frutos para producir aceite para iluminación, cosmética y otros rituales.
La aceituna, un alimento con 6.600 años de historia
La incorporación de la aceituna a nuestra dieta como un alimento en sí mismo se situaba hasta ahora en la Edad de Bronce temprana, entre el 3150 y el 1200 a.C. en el Levante mediterráneo.
Sin embargo, ahora un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Haifa (Israel), parece desmontar este mito y sitúa el origen del consumo de aceitunas hace unos 6.600 años.
Este estudio, publicado en la revista Scientific Reports, se basa en las evidencias encontradas en el yacimiento calcolítico sumergido de Hishulei Carmel, en la costa de Israel, a unos 500 metros al sur de la ciudad de Haifa.
Durante los estudios submarinos, los investigadores encontraron dos estructuras de piedra ovaladas que contienen miles de huesos de aceitunas saturados, la mayoría de ellos completos y excelentemente conservados. Se cree que la ubicación costera podría haber proporcionado acceso a ingredientes vitales utilizados en el decapado de aceitunas, como agua de mar y sal marina.
El hallazgo se remonta al período Calcolítico Medio, hace unos 6.600 años. Se cree que en este período el nivel del mar era de tres a cuatro metros más bajo que el actual, y la costa estaba a unos 200-300 metros al oeste de su ubicación actual, por lo que el sitio donde se han encontrado los restos de huesos de aceitunas estaba situado en la costa en su día.
No se han encontrado restos de viviendas residenciales en el sitio, pero las excavaciones han descubierto también utensilios redondos con un diámetro de 1,5 metros, hechos de piedras recolectadas.
Una tradición milenaria adaptada a los nuevos tiempos
Sea como sea, lo que es cierto es que la historia de la aceituna es la de una tradición que se ha legado de generación en generación, como en el caso de Fragata, empresa líder en el mercado que lleva más de 90 años comercializando la mejor aceituna de mesa, sabiéndose adaptar a los nuevos tiempos, con nuevas variedades y formatos.
Hoy en día, las aceitunas son parte indiscutible de la dieta mediterránea y forman parte de la mejor tradición gastronómica española y del mundo. En nuestro país son un must en tapas y aperitivos y cientos de recetas. En otros lugares, como Marruecos se añaden a los clásicos tajines de cuscús, en Turquía se toman en el desayuno y en Francia, Italia, Portugal y Grecia se emplean como aderezo en ensaladas, platos de pescado, pizzas y pastas.
