Casi todos somos conscientes hoy en día de la importancia de llevar una dieta saludable, para cuidarnos y para sentirnos bien. Sin embargo, a esta apuesta por la salud se ha sumado en los últimos años una conciencia cada vez más desarrollada sobre la importancia de la sostenibilidad y del respeto por el medio ambiente en nuestros hábitos de alimentación.
Una dieta saludable pero también sostenible y ecológica, es fundamental para cuidarnos a nosotros y cuidar al medio ambiente. Un nuevo modelo de alimentación que permita reducir el impacto negativo de la acción humana en el entorno y garantizar la seguridad alimentaria.
Se entiende por dieta sostenible aquella forma de alimentación asequible, accesible y culturalmente aceptable, que tiene un impacto ambiental reducido.
En Fragata, hace años que estamos comprometidos con la producción sostenible y somos la primera empresa del mundo en calcular la huella hídrica de nuestras aceitunas.
Si tú también quieres contribuir a ello, te dejamos una serie de consejos que te ayudarán a seguir una alimentación sana, variada y respetuosa con el medio. Aunque a priori pueda parecer una tarea compleja, hay infinidad de pequeños cambios que podemos introducir en nuestros hábitos diarios sin darnos apenas cuenta.
Apuesta por el consumo local
El transporte genera más del 30% de las emisiones de CO2 que se registran en toda la Unión Europea. Por ello, siempre que exista la opción, es conveniente priorizar el consumo de productos de cercanía y estacionales. De esta manera se reduce el transporte y la distancia recorrida, y, además, se potencia la economía de las comunidades cercanas, generando tejido empresarial local.
Reduce el desperdicio de alimentos
Compra de manera racional y solo aquello que necesites para evitar desperdiciar alimentos. Para ello, la planificación juega un papel fundamental. Puedes organizar tu semana de antemano y planificar bien las comidas que vas a hacer y el número de comensales en cada una de ellas para evitar tirar a la basura alimentos sobrantes.
En Europa, se calcula que se desechan cada año 88 millones de toneladas de alimentos, gran parte de ellos en los hogares, por lo que comprar y cocinar con conciencia es fundamental para reducir el desperdicio.
Sustituye alimentos de origen animal por otros de origen vegetal
No se trata de que toda la población tenga que volverse vegetariana; simplemente de que diseñemos modelos de alimentación más equilibrados. Según la Fundación Española de Nutrición, la cantidad ideal de carne que debe consumir un adulto es de tres raciones de entre 100 y 150 gramos a la semana y siempre magra.
En general, la producción de alimentos de origen animal requiere una mayor cantidad de recursos que la producción de alimentos de origen vegetal, como las aceitunas. También tiene un mayor impacto ambiental, en términos de uso de la tierra o consumo de agua dulce, por ejemplo.
Evita los envases de un solo uso
Una buena manera de contribuir a la sostenibilidad es recordar siempre que sea posible la regla de las 3 “r”: reducir, reutilizar y reciclar.
Comprar a granel, usar bolsas y botellas reutilizables o llevar el propio tupper al mercado son solo algunas ideas sencillas para reutilizar envases.
Recupera las recetas de toda la vida
Volver a poner de moda recetas tradicionales elaboradas con productos locales y siguiendo procesos artesanales es una buena manera de preservar la cultura y las señas de identidad de cada región. La gastronomía es parte de nuestra historia y de nuestra cultura.
A menudo minimizamos la capacidad que el ser humano tiene de generar grandes cambios. Sin embargo, con pequeñas acciones cotidianas como estas podemos conseguir grandes resultados a largo plazo.
