Que los más pequeños de la casa se sienten a la mesa y se coman todo, de principio a fin, sin rechistar es casi cosa de magia. Pero hay que tener en cuenta que los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo y aprendizaje de unos buenos hábitos alimenticios.

La clave para combatir el miedo a probar cosas nuevas es: no rendirse. Si ellos dicen no diez veces, tienes que estar ahí para decir sí once. Pero para lograr convencerles, has de sacar a relucir tus artes de encantador de serpientes. Prueba presentaciones nuevas y diferentes de un mismo alimento; de esta forma su textura aspecto incluso colora cambiarán. Esto hará que resulte más atractivo para ellos. Además, en los primeros años de vida, se sienten atraídos por alimentos muy sabrosos y con grasa como puede ser la carne, las patatas fritas, los alimentos rebozados… frente a alimentos más insípidos como la verdura o el pescado. Una buena forma de ayudarles a introducir estos alimentos, menos atractivos para ellos, es mezclarlos, así podrán comerlos de forma alterna; haciendo que ambos alimentos sean tolerados con mayor facilidad.

La importancia de una correcta alimentación es más que alta, pues afecta directamente a la correcta salud. Esperar a la adolescencia para corregir hábitos, no creados en la infancia, es mucho más complicado así que tienes peques en casa es el momento de que coman y prueben de todo. Esta lasaña es una forma fácil y cautivadora de que los niños coman verduras ¡y quieran hasta repetir! Descubre y consulta nuestra receta de lazaña de verduras con aceitunas para prepararla en casa.